martes, 10 de junio de 2008

Los que me hicieron reír



La saga/fuga de J.B., de Gonzalo Torrente Ballester. La historia se enrosca en el pasado y el presente, cuando parece que sí, resulta que no; cuando parece que no, resulta que sí. Los personajes son paródicos, ridículos, estrambóticos; una galería de esperpentos. Y el lenguaje de Torrente, empapado de esa "retranca" tan característica. Grandísimo.

Cuentos de Roberto Fontanarrosa. Lo comenté hace poco y lo repito: gran descubrimiento tardío. Realmente hacía tiempo que no encontraba un humor tan inesperado, tan variado en un mismo autor, tan desopilante en idea y en lenguaje.

Juegos de la edad tardía, de Luis Landero. Uno de los grandes de la actual literatura española, lástima de su escasa producción. Me costó el arranque casi hasta el abandono, pero de repente se abrió camino y caigo me caigo de la silla durante su lectura. La historia tiene el sello personal de Landero -y por ser la primera, sorprende más-: parte del lado más gris y aburrido para construir una aventura que se engrandece a base de ilusiones. Landero crea un personaje que, a su vez, crea un personaje de sí mismo, para ser otro, para ser "alguien". Y la bola de la ilusión y la mentira va creciendo y arrastrando a los demás tras su paso. Uno de los libros que más he disfrutado y que más he agradecido descubrir.

Un tal Lucas, de un tal Julio Cortázar. Junto con los Cronopios, es el libro que más me ha arrancado la sonrisa, y eso teniendo en cuenta que todos los de Cortázar lo hacen, a medias con la dosis de tristeza. Lucas piensa, Lucas hace, Lucas es, Lucas quizás. Un inmenso ovillo del que sale de todo.

Ciberiada, de Stanislav Lem. Leo poca ciencia-ficción y me sorprendió descubrirme riendo con ella. Unos cuentos realmente deliciosos. Siempre agradeceré tu infinita recomendación, me costó pero al fin, caí yo también.

Si una noche de invierno un viajero... y Cosmicómicas, de Italo Calvino. En realidad, también El caballero inexistente, El "baroncito"..., pero destaco esas dos obras sobre las demás. La primera por su carácter lúdico (o más estrictamente "combinatorio"), por ser los libros dentro del libro, todos distintos, ninguno terminado. La segunda por la tremenda originalidad de ese mundo inaprensible con el que, a pesar de no estar definido, lograr conectar. A veces se vuelven oscuras y es difícil penetrar en ellas, pero el humor y la ternura finalmente llegan.

Junto a estos, algunos pocos más. No son muchos los libros que me hacen reír, reír de verdad, se entiende. Encuentro poco humor literario e inteligente, y lo que en muchas ocasiones se vende con la garantía universal de la risa a mí no han logrado moverme un pelo, más bien lo contrario. Así que los pocos que son los valoro con alegría, los recuerdo y los releo.

El que quiera, que recomiende.

2 comentarios:

Raúl dijo...

Visitamos algunos blogs comunes, así que no voy a sugerir lecturas que ya recomendé aquí o allá, por miedo a repetirme. Déjame decirte sin embargo, que me ha encantado la limpieza de tu blog.
Un saludo.

Rayuela dijo...

Gracias por tu visita, Raúl. Seguro que seguiremos coincidiendo y, desde ya, me apunto para visitar regularmente tu blog, también yo soy una apasionada del buen cine.
Saludos.

 
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