viernes, 24 de julio de 2009

Papeles inesperados, Julio Cortázar

Papeles inesperados




Papeles inesperados
Julio Cortázar
Editorial Alfaguara
ISBN: 978-84-204-2331-9
488 páginas










Cuando a principios de año saltó la noticia de un nuevo libro con textos inéditos de Julio Cortázar, todos los cortazarianos, cual cronopios desatados, nos volvimos locos de alegría. Era la confirmación de que Julio seguía jugando, más de veinte años después de su muerte, con sus lectores, con las casualidades y, cómo no, con la literatura. En las navidades de 2006 la vieja cómoda fabulosa abrió sus rebosantes cajones y desperdigó cientos de papeles, muchos de ellos desconocidos, otros tantos desaparecidos quién sabe cuándo; en definitiva, un variopinto surtido de letras firmadas por el autor de ‘Rayuela’. Gran parte de ese botín navideño es lo que nos llega ahora, de la mano de Alfaguara, en estos Papeles inesperados.

Siendo buena adepta a la teoría de las casualidades que tanto persiguieron y alegraron a Julio en vida, me reservo mis dudas sobre cuánto de casual tuvo el descubrimiento de los cajones por parte de Aurora Bernárdez (¿jamás se le había ocurrido revisarlos?); dejémoslo en que para nosotros, los lectores, sí han resultado (muy felizmente) inesperados.

jueves, 23 de julio de 2009

¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?, Georges Perec








¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?
(Quel petit vélo à guidon chromé au fond de la cour?)
Georges Perec
Ediciones Alpha Decay
ISBN: 978-84-936540-5-4
88 Páginas





Quien dice Georges Perec dice “juego”, “divertimento”, “travesura literaria” si se quiere. En ningún caso encontraremos en sus libros un estilo, digamos, “tradicional” (si es que éste existe): Perec juega, experimenta con las palabras, con las frases, con la fonética y, por supuesto, con las historias que narra.

Con su primera obra, Las cosas, recibió el Premio Renaudot y fue aclamado por la crítica como una revelación de las letras francesas; de todos sus textos es, quizás, el menos experimental, si bien ya se aprecia su estilo y ese toque de ruptura, de visión inconforme e irónico-humorística. Un año después, en 1966, publicó ¿Qué pequeño ciclomotor de manillar cromado en el fondo del patio?, que desconcertó al punto de no recibir casi ninguna mención en la prensa. Salta a la vista que el estilo de uno y otro libro es radicalmente diferente: la calma basada en el deseo de opulencia de ‘Las cosas’ choca con la velocidad argumental y literaria que transmite en esta novella en que la comicidad arranca ya en el título.

El argumento, sencillo, desopilante y no falto de un dramático realismo, termina al servicio del lenguaje y sus posibilidades. Con esto no quiero decir que su importancia sea menor, sino que resulta tan apabullante el despliegue de estilo (muchas veces mediante la ruptura) que el punto de partida de la historia se nos queda, dentro de su originalidad, en un lugar secundario.

domingo, 19 de julio de 2009

El paseante de las dos orillas, Guillaume Apollinaire


El paseante de las dos orillas






El paseante de las dos orillas
(Le flâneur des deux rives)
Guillaume Apollinaire
El Olivo Azul
ISBN: 978-84-936637-6-6
104 págs.





En la primavera de este año la editorial El Olivo Azul diversificó su catálogo con la colección Errantes en la que, anuncian, tendrá cabida una amplia variedad de géneros (ensayos, aforismos, diarios, memorias, etc.) pero aglutinados en torno a un eje: el viaje en todas sus facetas. Ya sean viajes reales o imaginarios, interiores o de ideas, “cada uno será, a su manera, una guía de perplejos”. Los dos primeros errantes elegidos han sido Rétif de La Bretonne con Las noches revolucionarias y Guillaume Apollinaire con El paseante de las dos orillas.

Apollinaire (1880-1918) fue poeta, novelista y ensayista. A pesar de haber nacido en Roma, pasó la mayor parte de su vida en Francia y terminó convirtiéndose en un icono del París de las vanguardias y en alma del barrio de Montparnasse. A él le debemos el término ‘surrealismo’, que utilizó por primera vez en 1917 para referirse a su obra de teatro Las tetas de Tiresias, subtitulada como drama surrealista:

Cuando el hombre quiso imitar el andar, creó la rueda, que no se parece en nada a una pierna. Así hizo surrealismo sin saberlo. Después de todo, el escenario no se parece a la vida que representa más que una rueda a una pierna.

Tiempo después, en 1924, André Breton recuperó el vocablo en su Manifiesto.

El paseante de las dos orillas se inscribe en la tradición francesa de la flânerie (literalmente “paseo”), que hace referencia a una actitud vital y que originó un subgénero literario cultivado por autores como Rabelais, Rétif o Baudelaire. Este último la definió como la capacidad de “estar fuera de casa, y sin embargo sentirse en todas partes como en casa”.

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lunes, 6 de julio de 2009

Musicofilia, Oliver Sacks

Musicofilia





Musicofilia. Relatos de la música y el cerebro
(Musicophilia. Tales of Music and the Brain)
Oliver Sacks
Editorial Anagrama
ISBN: 978-84-339-6289-8
464 páginas




A lo largo de los años Oliver Sacks se ha convertido en un reputado neurólogo que, gracias a su forma de narrar historias clínicas, ha acercado al gran público esta rama de la ciencia tan intrincada y, en ocasiones, sorprendente. Cualquiera que lo haya leído sabe dónde reside su atractivo, lo que hace que alguien sin conocimientos médicos devore sus libros como si se tratara de cuentos o novelas. El doctor Sacks habla, más que de enfermedades o trastornos, de pacientes (mejor dicho, de personas) y de cómo esa dolencia afecta a una vida concreta. Como un Sherlock Holmes que ausculta la mente, analiza los sentidos y los observa a la luz de las acciones más cotidianas; lo que prima en sus textos es la experiencia de la enfermedad, su mano a mano con quien la vive a diario.

Su última obra, Musicofilia. Relatos de la música y el cerebro, aúna dos de sus grandes pasiones: la neurología y la música, que en estas páginas se entretejen en un intento de comprenderse mutuamente. Cómo el cerebro percibe e interpreta la música, cómo ésta es capaz de despertar zonas dañadas de nuestra mente.

En el prefacio, Sacks señala que la propensión humana hacia la música surge en la infancia y, yendo más atrás, en los comienzos mismos de la humanidad y las culturas. Si bien su origen no está claro, ni tampoco su utilidad biológica, está tan arraigada en nuestra naturaleza que podríamos considerarla prácticamente innata.

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