jueves, 28 de agosto de 2008

Trivia de Arte 8

¿A qué obra pertenece este fragmento?



-------------------------------------------------------

SOLUCIÓN A LA TRIVIA DE ARTE 8:

(Veronika y Magnolia de Acero)

Hacia el oeste, Jackson Pollock

Hacia el oeste
Jackson Pollock
1938
Óleo sobre lienzo 38,3 x 52,7 cm
Museum of American Art. Smithsonian Institution

miércoles, 27 de agosto de 2008

Al filo... de las hojas

Qué bueno y cierto es eso que dicen de "no te acostarás sin haber aprendido algo nuevo cada día". Uno de los aprendizajes de hoy es que, a partir del siglo X, ciertos editores de libros de lujo añadieron un elemento más de belleza a sus obras: escondían imágenes en el filo de las hojas que sólo podían apreciarse al presionar todas las páginas de una forma específica. Primero fueron dibujos ornamentales, pero desde el XVIII se sofisticaron hasta llegar a ser verdaderas maravillas, como por ejemplo una representación de La última cena de Da Vinci.


Book of Common Prayer (1814)

Un artista británico llamado Martin Frost se ha propuesto rescatar esta curiosa técnica, restaurando y recreando obras que se encontraban en mal estado. En su web podéis ver magníficos ejemplos e, incluso, vídeos.

Una vez más, los libros esconden bellísimos secretos...

Vía: Anfrix

martes, 26 de agosto de 2008

Solaris

Solaris
Stanislav Lem
Minotauro
ISBN: 978-84-450-7355-1
240 páginas

"El astronauta Kelvin se enfrenta a una nueva modalidad de agresión, una especie de enorme inteligencia oceánica que ocupa el planeta Solaris... Éste es el punto de partida de una alegoría de la condición humana, condenada a no obtener jamás respuestas definitivas a su ansia de conocimiento."

Tan sólo he procurado crear una visión de un encuentro humano con algo que estoy seguro de que existe, pero que no puede ser reducido a conceptos, ideas o imágenes humanos.

STANISLAV LEM



Soy lectora voraz pero no muy aficionada a la ciencia-ficción, por lo que cada vez que me acerco a una novela o conjunto de relatos de este género me lo pienso mucho y me tomo mi tiempo. Confieso que todo lo que he leído hasta el momento de esta categoría me ha apasionado, quizás sea porque mi desconocimiento del tema me hace optar por títulos encumbrados y más que recomendados.

A Solaris llegué por la película -la primera, dirigida por Tarkovsky (1972)-. El argumento me fascinó, su misterio, su angustia, su paisaje. En algún lugar he leído que es una "novela paisaje" y, en cierto sentido, así es. Quizás mi lectura se mezcle en la mente con las escenas del film ruso, bellísimas y sugerentes, pero es que tras haber leído la novela no concebiría sus colores y formas de otro modo. Todo queda envuelto por ese océano desconocido y asfixiante, presuntamente inteligente, inquietante a cada minuto.

Solaris es lentitud y pausa, no porque el estilo de Lem sea lento, sino porque el ambiente que allí se respira es de silencio y espacios sin reloj. Se trata de una lectura que nos sumerge en las sensaciones del personaje principal (Kris Kelvin), primero a través del desconcierto y la desesperación por encontrar respuestas, después por una aceptación sentimental de lo irreal. Todo parece onírico, entre sueño y pesadilla. Primero nos atenaza la visita misma de esas "creaciones de la memoria", luego su permanencia y continuidad, finalmente su certeza.

Solaris se teje con argumento de ciencia ficción y con reflexión moral. Intelecto y sentimiento ahora más unidos (y confundidos) que nunca, tocando la fibra más sensible del ser humano: su memoria, su imaginación, su creatividad, su afán de conocer otros mundos... sin conocerse antes a sí mismo.

Nota actual:

Las líneas anteriores fueron escritas justo después de leer la novela, hará ya unos cuatro años. Hace un par de horas terminé de ver la segunda adaptación cinematográfica, hecha en 2002 por Steven Soderbergh. El hilo argumental obviamente es el mismo, si bien hay ciertos elementos bastante diferentes; en ésta hay algún giro interesante que no recuerdo presente en la primera, pero sigo pensando que el ambiente creado en aquélla es superior en intensidad emocional y a nivel poético. Parece ser que Lem y Tarkosvky nunca se pusieron de acuerdo sobre la puesta en pantalla de Solaris: "Amputó todo el paisaje científico y en su lugar introdujo tal cantidad de extravagancias que no las puedo soportar" (Lem, 1987); "él no entendía el cine, y no lo entiende hasta el día de hoy" (Tarkovsky, 1985). Como ocurre casi siempre, cada autor realiza su propia interpretación y, por muy fiel al original que pretenda ser, es inevitable la transferencia de elementos personales.

Pero al margen de la indudable calidad de la novela y de las controvertidas películas, me interesa hacer hincapié en la idea principal de la historia. ¿Cómo reaccionaríamos cada uno de nosotros en un planeta como Solaris? Para los que no conozcan el tema, lo resumiré en unas líneas. Solaris es un planeta en observación caracterizado por la existencia de un gigantesco oceáno en el que se presume existe inteligencia. Al poco de llegar, la tripulación comenzará a verse afectada de un modo peculiar: de algún modo, el océano contacta con cada uno extrayendo información personal de sus sueños y recuerdos. Así, el personaje central, Kelvin, es visitado por su mujer que se había suicidado años atrás. A pesar de los reiterados intentos de deshacerse de ella, tras cada sueño, regresa, sin saber casi quién es, sin entender nada. Es producto de la memoria de Kelvin, un producto perfectamente material, que piensa y siente.

La verdad es que no podría afirmar qué angustia es mayor: si la de él, que intuye lo que ocurre y se debate entre el mundo real y el creado por Solaris, o la de ella, que es consciente de no ser auténtica, con recuerdos vacíos de sensación.

¿Qué seríamos capaces de hacer para que se cumpliera nuestro deseo más anhelado? ¿Preferiríamos verlo cumplido, aunque de forma "irreal", renunciando a todo lo demás? Quizás en un primer momento sea fácil pensar: renuncio a lo irreal, prefiero lo que tengo ahora, completo y vivo, y no un "algo etéreo" formado por recuerdos. Pero si ese deseo es tan fuerte, si el vínculo emocional es tan profundo, ¿cómo rechazar lo que amamos tanto (por ejemplo, una persona), aunque no sea exactamente igual a lo que fue? ¿Razón contra emoción?

lunes, 25 de agosto de 2008

¿Cuánto cuesta vender un libro?

En el Babelia (suplemento cultural de El País) de esta semana se publica un más que interesante artículo firmado por Javier Marías -reciente miembro de la Academia de la Lengua- sobre la empresa editorial: "Esta absurda aventura". En él cuenta los esfuerzos que supone producir, distribuir y vender un libro sin el apoyo de los medios, aún a pesar de tener por detrás grandes nombres (como el suyo propio).

"Los sinsabores de la edición aumentan cuando los medios de comunicación se muestran ajenos. [...] Empiezo a pensar que si uno no da la lata, llama, promociona, ruega, amenaza e insiste, mal lo tiene para que su catálogo suscite interés en los medios especializados. [...] Da lo mismo que uno lance a las librerías rescates fundamentales de autores fundamentales... o que suelte textos interesantísimos desconocidos en español... Si uno no hace relaciones públicas ni pide favores, será difícil que alguien, en las redacciones, se moleste ni en echarles un vistazo".

Las mesas de novedades de las librerías cada vez son ocupadas con mayor monotonía -siempre las mismas, siempre los mismos, durante meses-, góndolas enteras con un único título que, por supuesto, también monopoliza el escaparate y hasta los folletos, cuando los hay. Y se publica tanto y se recibe tanto, que una gran parte se queda en la caja cerrada, con su precinto y todo. Las revistas especializadas hablan de esos títulos, unas tras otras, como si no existiera nada más. Está bien que los reseñen, que los critiquen y que los recomienden si quieren, ¿pero por qué siempre los mismos? Son precisamente esos los que no necesitan más bombos para ser vendidos.

Parece que la literatura se esconde en el fondo de las estanterías y en los almacenes (si hay "suerte"), y el marketing es el que inunda las mesas y las vidrieras. Dentro de nosotros, siempre será cierto aquel verso que dice "...nos quedará la palabra" pero, a veces, tantas veces, es como si quedara un poquito menos.

sábado, 23 de agosto de 2008

El doble en la literatura

"El del doppelgänger -literalmente "doble que camina"- es pues uno más de los mitos engendrados por la idea de dualidad con la que el hombre percibe su entorno. Todo tiene su antónimo: el día en la noche, el fuego en el agua, la vida en la muerte. Aunque la realidad es percibida a través de una infinita gama de matices, por lo general se la suele dividir en dos grandes grupos antónimos representados en las nociones de luz y oscuridad, bondad y maldad. Mi antónimo es mi doppelgänger." (Jorge Gómez Jiménez, "Yo y mi otro yo")

Desde hace un tiempo el tema del doble en la literatura anda rondando, intrigando, duplicando y multiplicando mis inquietudes. Según la Wikipedia "Doppelgänger es el vocablo alemán para el doble fantasmagórico de una persona viva. La palabra proviene de doppel, que significa "doble", y gänger, traducida como "andante". Su forma más antigua, acuñada por el novelista Jean Paul en 1796, es Doppeltgänger, 'el que camina al lado'. El término se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al "gemelo malvado" o al fenómeno de la bilocación".

El tema ha sido tratado desde muy diversas perspectivas, y las variaciones literarias son infinitas, hasta el punto de emerger bajo figuras que en un primer momento no reconocemos como dobles. Desdoblamientos (Jeckyll/Hyde), dobles idénticos ("Willian Wilson"), el caso de Orlando (sobre el que escribió Virginia Woolf), anfitriones y disfraces (Zeus en la mitología griega)..., son numerosísimos los autores que se han vistos tentados por el tema y lo han tratado en cuentos y novelas. Aquí menciono aquellas novelas o cuentos que he leído sobre "los dobles".

FEDOR DOSTOIEVSKI:
El doble: Es una tragedia grotesca protagonizada por un personaje un tanto patético -como tantos de este autor- que un buen día se encuentra frente a frente consigo mismo, su nombre y apellido, trabajo y domicilio, pero con el incómodo hecho de que su "otro yo" gana favores que a él le niegan.

GUSTAV MEYRINK: Entre sus obras son habituales los temas del doble, el sueño como puerta a otra dimensión y las tradiciones folclóricas europeas. Estaba muy influido por la cábala, la alquimia y el pensamiento oriental y, de hecho, se dedicó a las ciencias ocultas.
El golem
La noche de Walpurgis: repleta de elementos extraños y fenómenos curiosos, entre ellos el desdoblamiento de uno de los personajes.

E.T.A. HOFFMANN:
Los elixires del diablo: Un curioso doble -a veces con genealogía confusa- de un monje capuchino de pasado turbulento y demarcador.
"El hombre de arena" , "Los dobles" y "La promesa".

R. L. STEVENSON: El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde

HENRY JAMES: "El rincón feliz". Aquí pueden leer un interesante análisis del cuento: "El doble como recurso literario".

GIOVANNI PAPINI: "Dos imágenes en un estanque"

EDGAR ALLAN POE: "William Wilson" , "Morella".

STANISLAV LEM: Solaris.

ITALO CALVINO: El vizconde demediado: Un vizconde partido en dos, con sus dos mitades deambulando por los bosques y ciudades, "el lado bueno" y "el lado malo" que, en el fondo, son la misma persona. Se escinden, al principio de forma pura, lo mejor y lo peor del personaje (del hombre), para terminar mezclándose otra vez entre las sombras y perfiles.

JOSÉ SARAMAGO: El hombre duplicado.

MARIO BENEDETTI: "El otro yo".

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ: "Diálogo del espejo": Me ha resultado muy interesante, sobre todo cómo narra ese reflejo y concienciación a través del espejo -los espejos dan mucho juego, ya nos lo enseñó, entre otros, Borges-: esa contraposición-igualación entre sí mismo y el reflejado en el espejo, su hermano gemelo.

CARLOS FUENTES: "Chac Mool", Aura.

JULIO CORTÁZAR: "Lejana", "La noche boca arriba", "Axolotl", "El otro cielo" , "Las armas secretas" y, por supuesto, Rayuela (Traveler es el doppelgänger de Oliveira; como curiosidad, en la novela se menciona al golem (¡y yo justo hacía una semana que me había leído la obra de Meyrink! ésas son algunas de las pequeñas casualidades que me encantan).

ADOLFO BIOY CASARES:
La invención de Morel
"La trama celeste": sobre la existencia de mundos paralelos.

JORGE LUIS BORGES:
"Borges y el tema del doble", Carlos Yusti
"Las ruinas circulares": narra la historia de un mago que decide soñar a un hombre y darle realidad. Fabuloso final...
"El inmortal": su protagonista participa a través de los siglos de diversas personalidades. Una profusión de identidades que acaban anulando la personalidad.
"La muerte y la brújula": Un policía de nombre Lönrot persigue a un curioso asesino llamado Red Scharlach; sin embargo, el perseguidor termina siendo atrapado por el perseguido. Lönrot es cazado por el "otro", que no es sino un desdoblamiento de su propia personalidad...
"Borges y yo" , "El otro" , "Los espejos velados".

CURIOSIDADES:

Guy de Maupassant narró en el relato "¿Él?" sus propias experiencias con su doppelgänger.

P.B. Shelley decía haber conocido a su doble, que le había presagiado su muerte.

John Donne afirmaba haber conocido el doppelgänger de su esposa en París.

Uno de los casos más famosos de dobles fue el de Emilie Sagée, registrado por Robert Dale Owen. Sagée era una maestra francesa de una escuela de señoritas del siglo XIX; en diversas ocasiones las alumnas de demás profesores afirmaron haberla visto en dos sitios al mismo tiempo.

¿Y tú, cómo reaccionarías si un buen día te encontraras, frente a frente, con tu doble?

jueves, 21 de agosto de 2008

Trivia de Arte 7

¿A qué obra pertenece este fragmento?


-------------------------------------------------------

SOLUCIÓN A LA TRIVIA DE ARTE 7:

(Veronika)

El juicio de Paris, Niklaus Deutsch

El juicio de Paris
entre 1516 y 1528
Niklaus Manuel Deutsch
Temple sobre lienzo 223 x 160 cm
Museo de Arte de Basilea

miércoles, 20 de agosto de 2008

El golem, Gustav Meyrink

El Golem
El Golem
(Der Golem)
Gustav Meyrink
Tusquets
ISBN: 84-7223-834-2
264 páginas

"El Golem, de Gustav Meyrink, tiene su origen en el conjunto de leyendas de la Cábala judía sobre la creación artificial de vida mediante el poder evocador de las letras. El ser artificial de la novela de Meyrink vuelve a la vida cada 33 años y vive en una habitación sin acceso situada en algún lugar del laberinto del ghetto de Praga. El Golem se erige como una figura de doble significado: de un lado, representa el doble del protagonista, Athanasius Pernath; de otro, la conciencia colectiva del ghetto, que anuncia la guerra y la destrucción. La novela aparece envuelta en una atmósfera onírica y angustiosa, donde se mezclan lo visible y lo invisible, el sueño y la realidad, a través de la cual Pernath se esfuerza por superar las esferas materiales para alcanzar el reino espiritual. El resultado es una obra fascinante, de una confusión caótica, rodeada de una atmósfera inimitable, con un final más que sorprendente, que sólo puede cautivar la imaginación del lector.

¿Qué es el Golem? ¿Un fantasma? ¿Un monstruo legendario? ¿O su propio doble, querido lector? Ese otro yo fantasmal y monstruoso que usted oculta, pero que está ahí, en su inconsciente, en sus sueños..."

Es una novela no muy extensa que se lee con rapidez y facilidad, más que nada porque engancha desde el primer momento y mantiene el suspense. No desvelaré grandes cosas de su trama por no aguar el final, expectante, sorprendente, el único posible. En el patetismo de algunos de los personajes y cierto ambiente sórdido, gris me recuerda a Dostoievski, con todas las distancias que merece; repito, es un recuerdo de lejos, en horizonte. Como bien indica la reseña que puse más arriba, es una novela que se desarrolla a través del caos, de no saber con certeza a lo que nos estamos enfrentando, y en ello reside precisamente su atractivo. Un monstruo invisible del espejo, que se esconde en las espaldas y en las frentes, que acecha en todo momento, pero no sabemos de qué forma, de qué modo toma nuestras vidas... El tema del doble está en la raíz de la novela, tema que siempre me ha interesado y más en el momento en que ésta cayó en mis manos por una de esas casualidades perfectas.

Me pareció un relato redondo. En su argumento y desarrollo, en sus personajes, en su sórdido ambiente de terror apagado, en su literatura. Resultó ser todo un descubrimiento para mí, hasta el punto de hacerme sonrojar por no haberlo oído nombrar antes... Vale la pena su lectura, preferentemente de noche, y a solas...


Sobre la historia del golem

"Estatua de barro a la que se da vida por medio de una fórmula mágica. El golem adopta con frecuencia el aspecto de un robot o autómata. La palabra significa embrión, o algo que no está totalmente desarrollado. En la Biblia y en el Talmud, el término se refiere a una sustancia amorfa. El significado actual se desarrolló durante la edad media, cuando surgieron las leyendas de sabios que podían infundir la vida en las estatuas gracias a un encantamiento. Se recurría a estas criaturas para que cumplieran las órdenes de sus creadores, que generalmente las hacían para proporcionar una protección especial a los judíos. La más conocida de las historias del golem es la del rabino Juda Löw (1525?-1609) de Praga, del cual se decía que había creado un golem para usarlo como su sirviente, pero se vio obligado a destruirlo cuando se volvió incontrolable. Sobre esta historia escribió un hermoso cuento IsaacB. Singer: El golem."

[Más información en: Leyendas del rabino Löw y su Golem]

Paul Wegener llevó a la pantalla el mito del golem según la novela de Gustav Meyrink en tres ocasiones: Der Golem (1915), Der golem und die Tänzerin (1917) y Der Golem, wie er in die Welt kam (1920).

Para postre, en 1958 Jorge Luis Borges escribió un poema sobre este mito.

viernes, 15 de agosto de 2008

14 pequeñas cosas que me hacen feliz

Recojo el meme lanzado por Magnolia de Acero sobre 14 pequeñas cosas que me hacen feliz, aunque... ¡de "pequeñas no tienen nada!:

1. Aprender cosas nuevas y sentir vértigo por todas las que me gustaría aprender.
2. La capacidad de crear.
3. La capacidad de imaginar (sin ella no soy nada).
4. La memoria.
5. Saber que tengo gente a quien escuchar y que me escucha.
6. Recordar un buen sueño.
7. Ay... leer, los libros, la literatura, la palabra.
8. El cine.
9. La música.
10. Compartir.
11. Conocer una ciudad nueva.
12. Las "casualidades".
13. Los colores.
14. El olor de un libro viejo, de la hierba recién cortada, de la tierra mojada.

Incumpliré las reglas y no le pasaré el testigo a seis bloggers sino que lo dejo al alcance de a quien le apetezca tomarlo. Sea quien sea, me encantará leer sus 14 pequeñas cosas...

jueves, 14 de agosto de 2008

Trivia de Arte 6


¿A qué obra pertenece este fragmento?


-------------------------------------------------------

SOLUCIÓN A LA TRIVIA DE ARTE 6:

(Veronika)

Penélope y sus petendientes, Pinturicchio

Penélope y sus pretendientes o El regreso de Odiseo
1509
Pinturicchio
Fresco 125 x 152 cm
National Gallery, Londres

miércoles, 13 de agosto de 2008

De algunas apreciaciones curiosas, ridículas y traicioneras sobre la vida cultural

A los quince años yo leía como leo ahora, abundante y variado; escribía por el mismo motivo por el que lo hago ahora, por necesidad vital; pasaba tiempo a solas, exactamente igual que ahora, porque me gusta, lo necesito y lo disfruto. Es decir, a los quince años mis gustos tiraban hacia donde siguen tirando ahora, casi quince años después. Pero no sólo leía siempre que podía, compraba libros en liberías de viejo (donde el encuentro es más excitante y feliz), estudiaba de forma aplicaba, iba sola al cine porque me importaba más la película que la compañía, sino que, en general y contra las leyes comunes de la edad del pavo, me interesaba demasiado por las "cosas culturetas".

Ante estas elecciones y otras más, añadida la carga genética, la primera apreciación fue en boca de una compañera de clase (compañera de otros, no mía, desde luego):

"Ay, pobrecita, me la imagino toda la vida con la nariz entre los libros."

Fue un comentario curioso porque, en sí mismo, resultó ridículo: ¿pretendía ser una ofensa? Al contrario, felicísima está mi nariz de anidar entre páginas. Por eso mismo fue una apreciación traicionera, ya que lo que nació con vocación de insulto terminó siendo más bien motivo de orgullo.

Por la misma época aconteció una segunda apreciación, ésta en boca del padre de una compañera de clase (de otra que durante un tiempo sí lo fue) dirigida, precisamente, a mis padres. Resumo la conversación relatada con lo siguiente: el personaje en cuestión anunció, con gran convencimiento y poderío, que a los quince años no debía estar escribiendo poemas sobre la vida y la muerte sino agitando el cuerpo en la discoteca, y que la trayectoria artística familiar no beneficiaba mi crecimiento.

Ésta, aparte de curiosa, ridícula y traicionera también fue de mal gusto.

Y así ha habido otras varias, de esa época en adelante. Antes me ofendían un poquito y otro poquito me tiraban por el suelo, ahora me río, pobrecitos, de sus bocas que tan mal insultan. La cuestión es por qué el interés por la cultura suele considerarse reducto de marginados sociales, idealistas, místicos y, tachán, a-bu-rri-dos. Porque, al fin y al cabo, si gustos hay infinitos, ¿por qué siempre se le achacan los mismos nombres al aburrimiento? A mí el baile en la disco de turno me provoca bostezos lacrimosos, como también el programa del corazón, el fútbol o el billar. Pero esas cosas están mejor aceptadas, y a "las otras" se las mira con cara de asquito y duda.

Esto, hablando en términos generales, se entiende. Por suerte los "aburridos" tenemos armas para construir nuestro "reducto", en el que, por cierto, guardo un album mental y muy divertido con varias caritas de asco.

sábado, 9 de agosto de 2008

Forges y el libro (IV)

Forges



jueves, 7 de agosto de 2008

El sueño de... ser pintor

Como bien demuestra este blog, mi principal pasión es la literatura y todo lo que ella conlleva; de ahí que también ame al libro "como objeto". Desde que me acerqué a ellos no he dejado de mirarlos y admirarlos y, aunque el tiempo y la edad modifican los gustos, continúo adorando la literatura infantil (sí, algo de genética también hay). Por cuestiones personales y profesionales desde hace un tiempo me fijo mucho en los álbumes ilustrados, y el panorama es de lo más variado: encuentro libros que me avergüenza ver en las estanterías de una librería y en las manos de los niños, otros "resultones" aunque con una calidad más bien de aprobado raspado y, por último, los que son una delicia para la vista y que ansío tener ahora, en mi vida adulta. Conservo muchos de mis álbumes de niña, bien cuidados, como tesoro, memoria y legado, y juro que, cuando los abro, puedo sentir lo que sentía a mis 5, 7, 10 años. Recuerdo las imágenes que más me llamaban la atención y que, a veces, copiaba; los pasajes favoritos, los muy tontos, los enojosos, los sorprendentes. Pero, sobre todo, recuerdo tener esos libros en mis manos como los tengo en este momento: la sensación de tocar un objeto bello, valioso, una pequeña maravilla que me hace sonreír.

Así que he pensado dejar constancia de los libros infantiles que no tuve entonces y tengo hoy. Los que de ser niña hubiera querido y tengo siendo adulta.

Hoy comienzo con una colección reciente para niños a partir de seis años: El sueño de... (Brosquil Ediciones). Hasta la fecha, se compone de doce títulos, doce cuentos sobre los grandes pintores de la historia: Dalí, Segrelles, Botticelli, Miró, Toulouse-Lautrec, Sorolla y, en la calle desde hace un mes, Botero, Velázquez, Chagall, Picasso, Gauguin y Van Gogh. Los textos se articulan bajo la idea de "el sueño del pintor", a veces más"biografiados", otras más centrados en los cuadros. Un buen punto de partida para acercar el mundo del Arte a los más pequeños.



El sueño de Paul Gauguin, Alberto Urcaray El sueño de Paul Gauguin
Texto e ilustraciones de Alberto Urcaray


El sueño de Velázquez, Marta Rivera FernerEl sueño de Velázquez
Texto e ilustraciones de Marta Rivera Ferner


El sueño de Miró, Carles Arbat

El sueño de Miró
Texto e ilustraciones de Carles Arbat


El sueño de Marc Chagall, Alberto UrcarayEl sueño de Chagall
Texto e ilustraciones de Alberto Urcaray


El sueño de Picasso, Marta Rivera FernerEl sueño de Picasso
Texto e ilustraciones de Marta Rivera Ferner


El sueño de Toulouse-Lautrec, Alberto UrcarayEl sueño de Toulouse-Lautrec
Texto e ilustraciones de Alberto Urcaray


El sueño de Botticelli, Marta Rivera FernerEl sueño de Botticelli
Texto e ilustraciones de Marta Rivera Ferner


El sueño de Dalí, Carles ArbatEl sueño de Dalí
Texto e ilustraciones de Carles Arbat


Trivia de Arte 5

¿A qué obra pertenece este fragmento?



-------------------------------------------------------

SOLUCIÓN A LA TRIVIA DE ARTE 5:

(Magnolia de Acero)


La toilette, William Hogarth

El matrimonio a la moda
Escena cuarta: La toilette (hacia 1743)
William Hogarth
Óleo sobre lienzo 69,9 x 90,8 cm
National Gallery, Londres

lunes, 4 de agosto de 2008

Alicia en el País de las Maravillas

A raíz de la reciente noticia de que Tim Burton está preparando, para 2010, una nueva adaptación cinematográfica de Alicia en el país de las maravillas (cosa que, siendo una fanática del director, me ha hecho saltar hasta el techo; aunque me decepciona un poquito que se trate de un proyecto en 3-D para Disney, por lo que presumo que carecerá del gótico toque Burton) he pensado que no vendría mal realizar un pequeño homenaje/recordatorio a esta obra porque, ¿quién no ha soñado alguna vez con vivir las aventuras de Alicia? Esa invitación un tanto loquita para tomar el té, el gato de Chesire y la oruga fumadora y, cómo no, la partida de crocket con erizos y flamencos. ¿Cuento para niños o... para adultos? Uno de los grandes clásicos en donde la imaginación desborda las páginas, los juegos pueden ser más complicados de lo que parecen y que, tras leerlo, es posible creer en "el otro lado de las cosas".


Un poquito de historia

Su creador fue el británico Charles Lutwidge Dodgson, a quien todos conocemos por el seudónimo de Lewis Carroll. No sólo era escritor sino también sacerdote anglicano y matemático, de ahí de los múltiples juegos de lógica que encierra la obra.


Facsímil con una ilustración de CarrollEl primer borrador se gestó en 1862 como consecuencia de un viaje en barca por el Támesis junto al reverendo Robinson Duckworth y las tres hermanas Liddell (Lorina Charlotte, Alice y Edith; de 13, 10 y 8 años). Para pasar el tiempo durante ese caluroso día, Carroll improvisó el relato de una serie de disparatadas historias a las que llamó "Las aventuras subterráneas de Alicia". El entusiasmo de las niñas hizo que Carroll se tomase más en serio su invención y la organizara en una historia más completa que comenzó a escribir cuatro meses después y concluyó en febrero de 1863. En mayo de ese año, ante la perspectiva de una posible publicación, el autor revisó el manuscrito y agregó dos capítulos. El propio Carroll había realizado varias ilustraciones a pluma, pero decidió contactar con un ilustrador profesional para un resultado más limpio. El elegido fue John Tenniel. Mientras tanto, no satisfecho con el título original, Carroll barajó varias posibilidades hasta quedarse con Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas (Alice's Adventures in Wonderland).

El libro fue publicado en 1865 por Macmillan and Co., con una tirada de dos mil ejemplares. Sin embargo, como Tenniel quedó descontento con el resultado impreso, el libro no fue vendido en Inglaterra pero sí en Estados Unidos, con nueva portada. Pocos meses después Macmillan preparó una nueva edición, y en 1869 se publicaron las traducciones al francés y alemán.

Curiosidades

De entre los numerosos idiomas a los que ha sido traducida se encuentra el esperanto.

En 1998, un ejemplar de la primera edición (se conservan 23 copias) fue subastado por 1,5 millones de dólares: el libro para niños más caro hasta ese momento.

De la segunda edición inglesa, Carroll solicitó para uno de los ejemplares una encuadernación especial en vitela blanca como regalo para Alice Liddell.

En 1890 se publicó una versión para niños menores de 5 años: Alicia para los pequeños (The nursery Alice).

En 1871 se publicó una segunda parte de la obra, menos conocida pero quizás "más adulta" (en mi opinión): A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (Through the Looking-Glass, and What Alice Found There).


Algunas adaptaciones cinematográficas

1903, Cecil M. Hepworth. La mayor parte del metraje ha desaparecido, por lo que no se ha podido restaurar en su totalidad.

1933, Norman Z. McLeod. Con guión de Joseph L. Mankiewicz esta versión adaptaba el libro original y su secuela. Entre los actores participantes estaban Gary Cooper y Cary Grant.

1951, la versión de Disney. Creo que cuando pensamos en Alicia a todos nos viene a la mente la figura animada creada por Disney. Al igual que la anterior, aglutina ambos libros.

Alicia en el País de las Maravillas, Walt Disney
1983-1984, Nippon Animation. Serie televisiva de anime que, sin superar en éxito ni en calidad a la versión de Disney, fue bien acogida.

1988, Jan Svankmajer. La película combina actores reales con la técnica del stop-motion. Tras haber visto de este director Otesánek, tengo unas ganas locas de ver esta adaptación de Alicia.

2008, Marilyn Manson. Pues no es broma pero me da "miedo": Manson se estrenará como director de largometraje con Phantasmagoria-The visions of Lewis Carroll, intepretando al escritor, además de escribir el guión y encargarse de la banda sonora.

Fuentes: Wikipedia y Adn.es.

viernes, 1 de agosto de 2008

Una historia de la lectura, Alberto Manguel

Una historia de la lectura


Una historia de la lectura
Alberto Manguel
Alianza Editorial
ISBN: 978-84-206-7261-8





Qué maravilla, cómo he disfrutado leyendo este ensayo. He aprendido, he recordado, he multiplicado (aún más) mis ganas de leer, he imaginado los libros en sus diferentes formatos en las diferentes etapas de la historia.

Creo que, en realidad, escribir una historia de la lectura no puede ser más que un proyecto, un intento, algo nunca terminado ni completo. Son demasiados los vericuetos que la lectura, en sus diversos niveles, ha atravesado en tantos siglos como para compendiarlo todo en unas cuantas páginas. Por eso esta obra de Manguel no habla sobre la historia de la lectura sino que relata una historia de la lectura. La historia que cuenta Manguel parte de su curiosidad, su interés, sus memorias como lector desde los días de su infancia en que acudía a casa de Borges para leerle libros. De ahí que en medio de investigaciones históricas surjan los recuerdos, por ejemplo, de las ediciones leídas por Manguel. Aunque por mera cuestión de edades yo no comparta sus añoranzas, al leer el libro he rememorado mi infancia y adolescencia. Quizás una de las mejores cosas que me ha dejado este texto es el recordarme feliz leyendo desde niña; la ilusióm con la que compraba cada libro, el momento mágico en el que recorría los títulos en la estantería y elegía el más apetecible, la sensación de ser la protagonista de esa historia... Lo mejor que puedo decir es que no sólo la lectura ha formado siempre parte de mi vida sino que, sobre todo, ha contribuido a mi felicidad. Los momentos lectores han sido siempre momentos felices.

Me he ido por las ramas..., pero eso es precisamente uno de los atractivos de esta obra: hace soñar, imaginar y recordar. Se cuenta una historia de la lectura a través de una historia de las mentalidades y las costumbres, de los cambios históricos y religiosos, del lugar ocupado en la sociedad. Desde las tablillas al papiro y a los códices, pasando por la lectura en imágenes de las escenas bíblicas; la literatura "masculina" y la "femenina", las convenciones sociales, la censura; el temor ante la expansión de la lectura, su difusión mediante lecturas en voz alta en el trabajo. A todo lo que se le añaden magníficas imágenes de cuadros, fotografías, ilustraciones, en donde los libros cobran protagonismo.

Por cada capítulo y época iba imaginándome el hábito de entonces: desde la Grecia y Roma de la antigüedad, hasta la Edad Media y el Renacimiento; los recitales de autores en el XIX. Me ha resultado interesantísimo el capítulo de "los lectores silenciosos", cómo entonces la lectura era concebida únicamente de forma auditiva, sonora, externa.

Es éste un libro en el que los lectores se encuentran con su pasión, con esa necesidad imperiosa de devorar letras, a lo largo de los tiempos y los cambios culturales. Me ha hecho sentir muy niña, cuando rebuscaba entre las colecciones infantiles para, poco a poco, ir adentrándome en caminos más maduros; me ha hecho sentir acompañada en un acto tan privado como el de la lectura. Me ha hecho sentir feliz, otra vez, de disfrutar tanto, tanto leyendo.

 
La Rayuela Cosmicómica - © Templates Novo Blogger 2008