Qué bueno y cierto es eso que dicen de "no te acostarás sin haber aprendido algo nuevo cada día". Uno de los aprendizajes de hoy es que, a partir del siglo X, ciertos editores de libros de lujo añadieron un elemento más de belleza a sus obras: escondían imágenes en el filo de las hojas que sólo podían apreciarse al presionar todas las páginas de una forma específica. Primero fueron dibujos ornamentales, pero desde el XVIII se sofisticaron hasta llegar a ser verdaderas maravillas, como por ejemplo una representación de La última cena de Da Vinci.
Un artista británico llamado Martin Frost se ha propuesto rescatar esta curiosa técnica, restaurando y recreando obras que se encontraban en mal estado. En su web podéis ver magníficos ejemplos e, incluso, vídeos.
Una vez más, los libros esconden bellísimos secretos...
Vía: Anfrix
2 comentarios:
¡Qué curioso y maravilloso hallazgo! No estaba enterada de esa costumbre. Voy a visitar el sitio web para ver algo más.
¡Saludos Rayuela!
Curioso de verdad.
Si no me equivoco, es un poco como la técnica esa que utilizabamos de jóvenes para escribir nuestro nombre en un libro de nuestra propiedad, ensanchándose con el presionar de las hojas.
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