A la pregunta de si sigo por aquí, mi respuesta es: sigo, un tanto en la sombra, un mucho callada. Pero seguiré, iré retomando la voz y, espero, también la luz. Estoy atravesando un momento en el que mi cabeza parece la librería más desordenada del mundo, con estantes que tiemblan y volúmenes que amenazan con caerse. También podría decir que es un rayuela un poquito desdibujada, sin ánimo de tirar el tejo y empezar a saltar.
Agradezco a los que me habéis preguntado, los que os habéis preocupado por mi silencio y mi casita abandonada.
Esto es sólo una pausa, a la que espero que pronto le suceda el botón del "play". Quién sabe, quizás una nueva trivia sirva para recomenzar.
Tengo libros en mi mesilla, comentarios pendientes. Es curioso (o quizás todo lo contrario) que en momentos así, desinflados y grises, lo que me despeje sea la lectura sobre alteraciones en nuestra mente. Es Oliver Sacks y sus Despertares. Qué tonta, ¿será que inconscientemente haya recurrido a él para que me despierte...?
4 comentarios:
Primero, volver a amueblar "la libreria2. Después, atender a quienes te leemos.
Abrazos.
Hola:
Despierta, amuéblate, tómate tiempo, vive.
Nosotros aquí te esperamos para cuando quieras volver.
Mucho cariño y grandes ánimos,
Lluís
Te vuelvo a mandar un abrazote bien fuerte. Y como dice Raúl, lo primero eres tú.
¡Smuaks!
Besos y abrazos para los tres, chicos. ¡Y mil gracias por vuestros ánimos! :)
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